
El mundo actual es más competitivo que nunca. Además, los retos que conlleva mantenerse al día no hacen más que aumentar. Hoy en día, motivar a los jóvenes a seguir estudiando es diferente, los jóvenes de todo el mundo se enfrentan a presiones muy fuertes para tener éxito y sobresalir en sus estudios o arriesgarse a quedarse atrás comparándose con sus compañeros. El resultado es un número creciente de jóvenes que luchan por compaginar sus responsabilidades académicas con trabajos a tiempo parcial u otros compromisos fuera de la escuela secundaria. Inculcar el sentido de la responsabilidad, la auto disciplina y la motivación a una edad temprana es crucial para ayudar a los jóvenes a establecer buenos hábitos de estudio ahora, para que puedan alcanzar su potencial más adelante.
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La educación en el mundo, veamos los números.
Más de una cuarta parte de los jóvenes de la región de Asia-Pacífico no reciben educación, empleo o formación. Las cifras son más elevadas en Oriente Medio y África, donde casi la mitad de los jóvenes de 15 a 29 años no están escolarizados, empleados o preparándose para un oficio. En Estados Unidos, menos del 50% de los estudiantes de secundaria se gradúan a tiempo, y sólo el 26% de los que empiezan un colegio comunitario obtienen un título en tres años. A nivel mundial, sólo un 40% de los adultos saben leer y escribir. Esto incluye alrededor del 10% de la población mundial que es completamente analfabeta. Estas cifras pintan un panorama sombrío del estado de la educación, pero también representan una oportunidad para que lo hagamos mejor.
¿Por qué es tan difícil motivar a nuestros jóvenes?
El hecho es que los jóvenes de hoy han crecido en un mundo radicalmente diferente al que nosotros crecimos. Con Internet, las redes sociales y la conectividad constante, tienen muchas más distracciones de su trabajo académico de las que nosotros tuvimos que afrontar. La presión percibida para tener éxito, combinada con las expectativas de padres, profesores y compañeros, puede ser más que suficiente para desanimar incluso al joven más motivado y apasionado. Los jóvenes de hoy en día tienen mucho que hacer: compromisos académicos, socialización, actividades extracurriculares, trabajos a tiempo parcial y mucho más. Toda esta responsabilidad añadida puede dejarles poco tiempo o energía para centrarse en las tareas escolares.
Qué hacer si mi hijo adolescente ya no quiere estudiar
Si tu hijo adolescente no quiere estudiar, primero pregúntate por qué. ¿Es porque está cansado? ¿Quizás necesita más tiempo libre? ¿O tal vez no le interesa la materia? Asegúrese de tener en cuenta todos estos aspectos antes de emitir cualquier juicio. Si descubre que su hijo está simplemente demasiado ocupado, anímelo a que haga un horario que le permita encajar algo de tiempo de estudio entre sus otros compromisos. Si simplemente ya no tiene interés, intente animarla a probar otra cosa. Puede que esté preparada para un descanso de las tareas escolares, o que pruebe un programa en línea.
No hay reglas establecidas sobre cuánto tiempo debe esperar antes de tomar medidas si su hijo adolescente no quiere estudiar. Pero es importante que no le presiones demasiado o demasiado rápido. Cuando veas que su interés disminuye, puede ser el momento de empezar a buscar otras opciones como las clases particulares.
Los padres y tutores juegan un papel importante en la motivación de los jóvenes para estudiar. Es importante que los adultos demuestren el valor y la importancia de estudiar, al mismo tiempo que brindan el apoyo y la dirección necesarias para alcanzar los objetivos. Una forma de motivar a los jóvenes es mostrarles la relevancia del estudio para el futuro. Los padres deben convencer a los jóvenes de que el estudio es una inversión en su propia educación, y de que pueden obtener grandes beneficios de una preparación académica adecuada. Los padres también deben establecer expectativas realistas y proporcionarles el espacio y la seguridad necesaria para que los jóvenes puedan explorar sus intereses y aptitudes individuales. Esto puede incluir apoyar a los jóvenes a encontrar una actividad de la que disfruten, ya sea deportes, música, artes, etc.
Esto ayudará a los jóvenes a conectarse con sus intereses y ayudará a motivarlos para estudiar. Los padres también pueden ofrecer apoyo para ayudar a los jóvenes a establecer metas académicas realistas, así como proporcionarles el incentivo adecuado para alcanzar sus objetivos. Los padres también deben ser conscientes de los retos a los que se enfrentan los jóvenes, como la falta de una estructura adecuada o la falta de motivación para estudiar. Finalmente, los padres deben recordar que las palabras de motivación son importantes, pero lo que es aún más importante es el ejemplo. Los adultos deben mostrar a los jóvenes la importancia de estudiar y trabajar duro para alcanzar objetivos. Dando el ejemplo, los padres pueden ayudar a los jóvenes a comprender la relevancia de estudiar y motivarles para alcanzar el éxito.
6 sencillos pasos para ayudar a los jóvenes a mantenerse motivados en la escuela
– Establecer una rutina y cumplirla Los jóvenes tienen más probabilidades de tener éxito en sus estudios si tienen una rutina regular en casa y en la escuela. Encuentre una hora al día en la que su hijo pueda concentrarse en el estudio y anímelo a cumplir este horario lo más posible. Las rutinas pueden ayudar a los jóvenes a mantenerse centrados en sus objetivos y evitar que sucumban a las distracciones. ¿Como creear una rutina de estudio?
– Ayudar a su hijo a encontrar su pasión No todos los niños quieren ser médicos, abogados o ingenieros. Algunos niños simplemente se sienten obligados a seguir una determinada carrera porque es lo que sus padres quieren para ellos.
– Averiguar qué es lo que realmente le interesa a su hijo y lo que le apasiona es la mejor manera de ayudarle a mantenerse motivado en la escuela.
– Establezca objetivos académicos y revíselos regularmente La escuela es un maratón, no un sprint. Puede ser fácil desanimarse y perder de vista los objetivos académicos a largo plazo de su hijo si no reevalúa regularmente su rendimiento.
– No tenga miedo de pedir ayuda Si su hijo tiene dificultades con sus estudios, es importante no ignorar el problema. Su hijo debe sentirse cómodo hablando de sus preocupaciones académicas con usted. Si se siente demasiado avergonzado para abrirse, ofrézcase a acompañarle a sus profesores o a los consejeros escolares para que le asesoren.
– Establezca objetivos pequeños y alcanzables Mantener la motivación en la escuela puede ser un reto. Establecer objetivos pequeños y alcanzables -como terminar un capítulo o una sección de un libro de texto diariamente- puede ayudar.
– Conclusión No podemos cambiar el mundo permaneciendo igual. Tenemos que crecer y adaptarnos a los cambios que se producen a nuestro alrededor. Sólo así podremos ayudar a los jóvenes a crecer y prepararse para su futuro.